Resumen:
Las aguas del Mediterráneo se encuentran entre las más militarizadas del mundo. Su
posición, conectando el golfo Pérsico, rico en petróleo, con grandes consumidores de
energía, el hecho de que alberga las tres religiones monoteístas y el reciente
descubrimiento de hidrocarburos en la parte oriental, son algunas de las razones. Por
otro lado, el Mediterráneo representa también la dirección natural de Rusia para
alcanzar su longevo sueño de acceso a aguas templadas, y es la principal ruta de olas
masivas de migración desde el norte de África al sur de Europa. Todas estas
cuestiones lo convierten en un escenario muy disputado, donde las grandes potencias
del globo pelean por ejercer su influencia.