24.10.2020. El Mundo. Por Rosa Meneses. Diplomático egipcio de 61 años, fue embajador en el Reino Unido y Francia antes de convertirse, hace algo más de dos años, en secretario general de la Unión para el Mediterráneo, organización heredera del Proceso de Barcelona, que este 2020, y en medio de la pandemia, cumple 25 años. «La Covid-19 es otra llamada de atención para que la comunidad internacional avance de manera unida y solidaria», afirma
La Unión para el Mediterráneo agrupa a 43 estados ribereños, pero los gobiernos de cada uno de ellos tienen objetivos dispares con respecto a los que debe ser el Mediterráneo y sus tierras limítrofes, la todavía área más geoestratégica del Globo.
Les falta la sociedad civil, que tiene sus propias necesidades y encaminan sus preocupaciones a través de otras organizaciones, entre ellas el FORO PARA LA PAZ EN EL MEDITERRÁNEO, que agrupa a colectivos concretos y que tienen similares objetivos de supervivencia, para ellos y para sus hijos, nietos y descendientes.
Por ello es necesaria una interconexión más estrecha entre las organizaciones políticas y las civiles, porque la respuesta positiva se encuentra en estas últimas.
